domingo, 28 de junio de 2009

Plegaria del Niño de Mario Legrand

¡Señor!
Soy bueno. He de serlo siempre.
Amaré a los pájaros y a las flores.
Cuidaré amorosamente a todos los que son más pequeños que yo.
Vigilaré y puliré sin descanso mi lenguaje.
Nunca permitiré que mis labios se manchen.
¡Seré muy bueno!
¡Amaré a mis padres y a mis maestros! Los querré tanto como ellos me quieren. Los querré más y en las noches de luna, cuando brillan mas claramente algunas estrellas jugaré con mis amigos, debajo de los árboles, que son, también nuestros hermanos.
¡Dame señor, mucha bondad!
Que mi vida sea un hilito de agua cristalina que canta y que salta alegremente dando vida a las flores que se hallan en su vera.
¡Quiero ser como un hilito de agua; para calmar la sed del cariño
de mis padres, de mis maestros, de mis hermanos y de mis amigos ¡
¡Quiero ser un hilito de agua cantarina, Señor!

Del Libro “Nuestra historia en la Poesía” del poeta y recopilador abogado Ángel Peñaranda B. Una obra ejemplar que se transmitió por generaciones en Bolivia.